A través de mi ventana veo transcurrir mi vida desde distintas vitrinas y pisos de casas y/o edificios.
Somos el conjunto del yo
i.c.o
INEFABLES RELATOS
Nora Palacios Silva
Haciendo la lista de los invitados a mi matrimonio- que ya se aproxima- anoté tu nombre. Tal anotación me pareció indiferente, fría. Rápidamente y sin titubear escribí: "Para mi gran e inefable amiga". No fue más...no fue más para que mi mente se desbordara y en mi memoria, en forma vertiginosa, empezaran a danzar recuerdos indelebles donde la premisa fuiste tú, amiga mía.
No entiendo tus ausencias desmedidas, no entiendo mis llamadas sin contestar, no entiendo las puertas de tu casa sin abrir. ¿Qué pasó con mi gran e inefable amiga? Mi familia está intrigada, preocupada. Las hojas del calendario corren vertiginosamente... tus ausencias, las corona.
En su hermético silencio Laura acomodaba su pelo ensortijado y evocaba los paseos al río, cerca de La cariñosita. Esos paseos eran inefables. Felipe, su vecino, hacia unos botecitos de papel que luego corrían en esa agua mansa. Todos tenían su nombre: Pinocho, Barba azul, Quintín, Gruñón. En estas carreras siempre ganaba Julia, pero al llegar a casa, Laura le daba su merecido, tomándola de los moños, quedando muchas veces con algo de pelos en sus manos. Estos recuerdos le esbozaron una juguetona y burlona sonrisa
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