Escapando de la gran ola

Muchas son las historias que cuentan las personas sobre su experiencia con el terremoto y tsunami del pasado 27 de Febrero. Muchas de ellas tuvieron cabida en medios de comunicación, unas más heroicas, otras más pintorescas, todas tenían algo que las hacía atractivas de contar. Durante los más de dos meses que llevamos en Dichato como Juvan preocupados del tema animal post terremoto, hemos conversado con muchas personas y hemos conocido muchas historias relacionadas con sus mascotas y cómo pasaron el 27/F.




Escapando de la gran ola



La mayoría de las historias que la gente cuenta en Dichato tienen relación con su experiencia arrancando de las olas. Un caballero que vive de allegado en una casa en Villa Fresia cuenta que cuando avisaron que el peligro supuestamente había pasado, el bajó al plano a buscar a su auto y a su perro, una vez en la entrada de su casa escucha un ruido ensordecedor. Era el mar que venía entrando con furia y arrasando con todo. Había sólo dos alternativas, el auto o el perro. Rápidamente entró al patio, tomó al perro entre sus brazos y corrió con la ola detrás hasta que alcanzó un lugar seguro. "No me arrepiento de mi decisión" acotó el hombre.



En una casa a la entrada de Dichato, otra señora nos muestra sus 7 gatos y 4 perros, todos sobrevivientes del tsunami. "Vivía sólo con mi hijo, luego del terremoto tomé un bolso que uso para ir a la feria y eché todos los gatos dentro, mi hijo como pudo tomó a los perros en brazos y salimos corriendo, luego llegó la ola y pasó lo que todos saben".



En Coliumo conocimos la historia de una pequeña fox-terrier que llegó a la playa en el interior de un barril. El hombre que la encontró contó que cuando bajó al día siguiente a ver qué podía rescatar de su casa, la encontró entre los escombros dentro de un barril adaptado como basurero. Asegura que la ola la trajo desde Dichato. Posteriormente la adoptó y ahora se encuentran viviendo en una mediagua.



Varias personas nos contaron también sobre perros que estaban amarrados al momento en que pasó la ola, estoicamente como pudieron se mantuvieron a flote y lograron sobrevivir, a pesar de que habían tragado mucha agua. Entre esos se encontraba Beethoven, quien aparece en un video en YouTube afirmado de una reja mientras el mar entraba y salía una y otra vez.



Lamentablemente no todos pueden contar finales felices. A pocos días de nuestra llegada a Dichato, conocimos un perro que todas las noches llegaba a echarse a la orilla de una casa. El detalle es que no había casa, sino solamente la base. Consultamos a vecinos si conocían a los dueños del perro y nos dijeron que tanto la casa como los dueños se los llevó el tsunami. Sólo el perro pudo escapar.



Las mascotas también son parte de la familia



Si hay algo que mucha gente aprendió después de todo lo sucedido es que los animales también son parte de la familia. Las personas han estrechado lazos con sus mascotas y se han dado cuenta que los animales – al menos los de compañía – no son objetos sino seres sintientes que merecen respeto. Cada vez que entregamos una bolsa de alimento o atendemos algún animal en la zona del desastre, insistimos en un mensaje que en circunstancias normales sería de la siguiente forma "No lo abandones que el jamás te abandonaría". Dada la situación y dado que a pesar de todo lo que ocurrió en febrero pasado perros y gatos se han mantenido junto a sus familias brindando a su manera cariño y compañía, ya sea aullando antes de una réplica o moviendo la cola cada vez que les dan comida, la frase ahora es "No lo abandones que el ya no te abandonó".



Más de 7 toneladas de alimento han sido repartidas por la gente de Juvan en Dichato y alrededores.



fuente :



Texto: Abel Cisterna / Fotos: Karen Baher


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